MEDITANDO 008 "AUNQUE LAS COSAS SALGAN DIFÍCILES, SIGUE ORANDO"

 

. ¿Hasta cuándo, Señor he de pedirte ayuda sin que tú me escuches?  ¿Hasta cuándo he de quejarme de violencia sin que tú nos salves? Habacuc 1.2

Es interesante notar que Habacuc sentía por la sociedad de su tiempo lo mismo que sentimos las personas cristianas por la nuestra hoy. Parece que no se aplica justica a los malvados. A veces observas una situación y te preguntas:  ¿Dónde está Dios en medio de todo esto? ¿Por qué le suceden cosas malas a las personas buenas? ¿Por qué los hacedores de maldad salen impunes de la violencia, la trampa, la opresión y la perversión?


Habacuc no podía entender cómo Dios permitía que el pecado gobernara de manera rampante en el mundo. Dios le contestó al profeta y le dijo exactamente lo que planificaba hacer. Hoy, parece que la maldad, la injusticia y el pecado continúan prosperando, pero no porque Dios sea indiferente. Dios tiene un plan. Dios no quiere que te rindas sino que te unas en oración con él a favor de ese plan.  Cada vez que te sientas triste por lo que está sucediendo en el mundo, derrama tus preocupaciones delante de Dios en oración.

"Mucha gente se rinde y deja de orar pensando que Dios se ha olvidado de ellos".

Habacuc sabía que él tenía que perseverar sin importar las circunstancias. Nosotros debemos hacer lo mismo: "Aunque la higuera no dé renuevos, ni haya frutos en las vides, aunque falle la cosecha del olivo, y los campos no produzcan alimentos, aunque en el aprisco no haya ovejas, ni ganado alguno en los establos, aún así, yo me regocijaré en el Señor, me alegraré en Dios, mi libertador" (Habacuc 3.17-18 NVI).

Aprende a decir:  "No importa que las cosas salgan mal o se pongan difíciles, Señor, yo me alegraré y no pararé de orar hasta que tu voluntad se haga en la tierra". Amén.

Publicado por: Olinka Córdoba

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